El modelo Lean Startup es un método que nos ayuda a medir el riesgo a la hora de lanzar una Startup. Se basa en una idea previa muy sencilla, minimizar el riesgo cuando ponemos en funcionamiento una idea de negocio, localizando nichos de mercado verdaderamente rentables.

El modelo Lean Startup ha tenido un éxito sin precedentes desde su aparición debido a dos causas fundamentales: por una parte vivimos en un momento en el que las empresas denominadas Startup se generan de forma permanente; y por otro lado, el modelo Lean Startup ha conseguido que, a pesar de la competencia entre empresas emergentes, cualquier negocio pueda tomar decisiones correctas desde su origen.

 

¿Qué es en realidad una Startup?

Antes de analizar el impacto de la metodología Lean es necesario enmarcar el concepto de Startup.

Lo que tienen en común todas las Startups es que son empresas de reciente creación. Estos negocios nacen de una idea que trata de cubrir una necesidad muy concreta y, de momento, han tenido un recorrido temporal muy corto.

Otro de los conceptos claves en las Startups es la tecnología. Normalmente asociamos este tipo de empresas con el sector tecnológico, sin embargo una Startup no tiene por qué basar su negocio en el desarrollo de software, basta que tenga una relación laboral con el uso tecnológico.

Por lo tanto, podemos decir que una Startup es una empresa de nueva creación, que basa sus procesos o su actividad en la tecnología.

Antes de seguir es necesario saber que entre el 80 y el 90% de estas empresas fracasan. El modelo Lean Startup consigue detectar espacios de mercado en el que establecerse desde un primer momento.

 

Las 3 fases básicas del modelo Lean Startup

El proceso es en realidad más complejo, aunque muy sencillo de aplicar. Sin embargo en esta ocasión nos vamos a centrar en tres grandes fases que resumen el modelo Lean Startup.

  1. Debemos encontrar un problema que podamos solucionar. La clave es localizar una tarea en la que podamos distinguirnos, decirle al cliente que necesita un producto o servicio que no tiene, y que precisamente es el que nosotros ofrecemos.
  2. A continuación se localiza un nicho de mercado. No es necesario un costoso estudio de mercado, aunque siempre ayuda, basta con identificar un comprador estándar y localizarlo, con el fin de trasladar nuestros servicios donde se necesitan.
  3. Por último, cuando ya trabajamos con procesos concretos, debemos escalar todo el proyecto para comprobar que trabaje a cualquier nivel.

 

Principios del Lean Startup, consideraciones generales en su aplicación

  • Lo importante no es la solución es el problema. No podemos aplicar un modelo Lean con ideas preconcebidas, ya que tenderemos a pensar que un producto predefinido podrá solucionar todo tipo de problemas. Primero debemos localizar la necesidad, para luego desarrollar una solución.
  • No podemos trabajar con una sola hipótesis. Pueden pasar muchas cosas a lo largo del proyecto, debemos barajar distintas posibilidades y sus soluciones.
  • Las acciones deben ser continuas. No podemos pararnos a analizar largo tiempo, una Startup debe ser dinámica y su actividad continua.
  • Las mediciones son imprescindibles. La metodología Ágil nos enseña los beneficios de la evaluación permanente. Nuestro proyecto debe estar continuamente testado para corregir fallos.

En Solving Ad Hoc somos expertos en metodología Lean Startup y su aplicación real. Consulta nuestros cursos de iniciación y especialización en este método de reducción de riesgos orientado a empresas emergentes.

 

En Solving Ad Hoc te ofrecemos una experiencia a medida de tus necesidades reales de cambio y adaptación, con la Agilidad como compañera de viaje en tu Transformación Digital: