La metodología Lean Startup se suele aplicar a proyectos emergentes que trabajan con un alto factor riesgo, aunque también funciona con empresas ya asentadas. De hecho, el origen del concepto Lean se desarrolló por primera vez en Toyota. El aprendizaje validado en Lean Startup es uno de los tres pilares básicos sobre los que se asienta esta metodología. En esta ocasión nos centramos en su importancia para empresas que comienzan su actividad.

 

Los principios del Lean Startup

Antes de ver cómo influye el aprendizaje validado vamos a repasar los tres pilares fundamentales de la implantación del Lean Startup. Estos tres conceptos son los que rigen su desarrollo.

  • Experimentación: Se trata de una fase previa en la que trabajamos con hipótesis que más tarde pondremos a prueba. El Producto Mínimo Viable, las entrevistas, las líneas generales de desarrollo futuro de producto, etc., se deciden y testan en esta fase.
  • Iteración: Repetición de procesos con el fin de testar de forma continua nuestro trabajo. Lo que conseguimos con las iteracciones continuas es generar un aprendizaje validado en el método Lean Startup que nos servirá de información de cara al futuro del proyecto.
  • Aprendizaje validado: Son los datos que manejamos y que hemos sido capaces de extraer a partir de la puesta en práctica de una serie de hipótesis. Se considera validado porque ha sido puesto a prueba varias veces.

 

Qué incluimos en el aprendizaje validado en Lean Startup

Hablar de conocimientos concretos cuando ponemos en marcha un proyecto empresarial es difícil. Al fin y al cabo, cada empresa y sector necesitan una información personalizada. Sin embargo, podemos hablar de una serie de campos en los que tenemos que trabajar con el fin de conseguir información veraz, independientemente del tipo de empresa que estemos lanzando al mercado:

  • Conocimiento del mercado: La información externa relativa a tu campo de acción y la competencia es tan importante como lo que hayas podido aprender acerca de tus propios productos y servicios.
  • Clientes: Otro de los campos sobre los que tienes que trabajar son tus futuros clientes. La figura del Early Adopter es fundamental, así como tu capacidad de adaptación en base a las demandas del cliente.
  • Producto: Debes poner a prueba tu producto en todo tipo de situaciones, tanto en escenarios esperados como en situaciones a priori incómodas o poco comunes. Si no conoces tu producto será difícil que tu proyecto avance.
  • Factores económicos: En los que entran el precio, ofertas, distribución, etc. Se trata de un aspecto funcional y muy importante cuando hablamos de aprendizaje validado en Lean Startup.

El aprendizaje validado no solo se refiere a grandes conclusiones o amplias cantidades de información. Cualquier dato que consigas relativo a tu empresa y al entorno, por pequeño que sea, estará contribuyendo a tu proceso de aprendizaje.

 

Las iteracciones: crear-medir-aprender

Las iteracciones son básicas en la puesta en práctica de un proceso Lean, especialmente en proyectos relacionados con Start Ups. La repetición de procesos debe incluir pequeñas variaciones con el fin de comprobar el comportamiento de nuestros proyectos. De ahí el proceso cíclico crear-medir-aprender.

Cuando afrontamos una iteracción creamos un proyecto muy concreto. Al desarrollarlo podemos medir sus resultados. Una vez asimilamos las consecuencias, podemos hablar de un aprendizaje adquirido. Este proceso repetido una y otra vez a base de iteraciones es lo que nos permite desarrollar nuestro aprendizaje validado.

Algo tan tradicional como el ensayo-error es lo que verdaderamente resume el proceso de búsqueda y obtención del aprendizaje validado en Lean Startup.

 

Cómo se aplica el aprendizaje validado en una metodología Lean Startup

La aplicación del aprendizaje validado tiene que ver más con el sentido común que con factores teóricos. La información que extraemos de cada test e interacción debe ser aplicada en las fases siguientes. Y de nuevo se evalúa el resultado.

Debemos estar dispuestos a modificar nuestro producto experimental. Nuestras ideas pueden cambiar hasta quedar irreconocibles. Por eso, debemos basarnos en la adaptación y poner nuestro proyecto al servicio de los clientes y del mercado, en lugar de avanzar en base a nuestras propias opiniones.

Si somos capaces de escuchar y aprender, cada lanzamiento habrá sido optimizado. Y por lo tanto, será más atractivo para nuestro público, pudiendo competir con más fuerza en el mercado.

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