La estructura de un discurso, sin importar del tipo que sea, va a marcar de manera decisiva su claridad expositiva, y por lo tanto la eficacia que tenga respecto a los oyentes. Dos de las partes fundamentales que componen un mensaje son su comienzo y su conclusión, por eso cuando comenzamos a planificar un texto argumentativo debemos tener claro el contenido, además de cómo comenzar un discurso y concluirlo.
Cómo comenzar un discurso y finalizarlo requieren capacidad de síntesis respecto al contenido que seamos capaces de aportar en estas dos fases del discurso, esto nos ayudará a reforzar nuestros argumentos y hacer que lleguen al público.
Cómo comenzar un discurso argumentativo eficaz
La importancia del comienzo de un discurso reside en su capacidad para atraer la atención del público. Es cierto que el discurso central, lo que consideramos el nudo de nuestra argumentación, será la parte en la que aportemos los argumentos principales, donde podremos desarrollar aquellas ideas que centren el objeto de nuestro texto, sin embargo, para llegar a captar la atención del público debemos manejar un discurso previo que despierte el interés y sea capaz de motivar al oyente, debemos saber cómo comenzar un discurso.
A continuación repasamos algunas claves básicas para abrir una charla, un texto o cualquier comunicación de tipo expositivo.
- La parte introductoria de la comunicación permite una cierta libertad expositiva, por eso no debemos centrarnos tanto en los temas centrales que vamos a exponer a continuación, sino que debemos aportar una visión general del tema a tratar, una visión explicativa que permita a cualquier receptor manejar una idea clara de lo que va a escuchar a continuación.
- Otro de los argumentos clave en la introducción es el que hace referencia a la justificación de nuestro tema. Debemos explicar nuestro cometido, es decir, convencer al público de que lo que va a escuchar a continuación es útil, que vale la pena recibir esa información. Es tarea del emisor aportar un valor añadido a sus argumentos desde la parte introductoria.
- No tengas miedo en explicar tu tesis desde el principio. Si comienzas abriendo tu argumentación con la conclusión, el público podrá seguir de manera sencilla tus premisas teniendo siempre presente cual será la meta de tu explicación.
- Si es necesario, expón un índice en el que expliques, de manera muy breve, cuáles serán los principales puntos de tu argumentación. El público podrá hacerse una idea desde el primer momento de cómo se va a estructurar tu mensaje, algo muy importante en términos de atención.
El cierre del discurso, una conclusión concisa y eficaz
La importancia del cierre reside por un lado en la eficacia del recuerdo, las ideas latentes que el receptor haya podido adquirir se potencian por medio de una conclusión clara y concisa. Por otra parte el cierre justifica tu mensaje, si en la introducción advertimos que nuestro mensaje es útil, en la conclusión lo confirmamos. Para exponer una conclusión potente ante todo tipo de público deberíamos incluir al menos las siguientes pautas:
- No olvides remitirte al inicio. Los mensajes circulares son eficaces porque demuestran orden y claridad expositiva, se trata de confirmar la tesis que advertíamos al principio de nuestro discurso.
- Las llamadas a la acción permiten alargar el mensaje, es decir, hacer que nuestros argumentos se desarrollen de una manera práctica. A veces no es suficiente con explicar un tema, también debemos aportar otro tipo de información que se refiera al modo de poner en práctica lo aprendido.
- La conclusión suele funcionar como marco de un resumen de lo expuesto. De una manera muy breve podemos recapitular los puntos fundamentales de nuestro discurso.
- Es bueno que la comunicación, aunque sea unidireccional, invite a la reflexión. Debemos dejar un espacio al receptor para que maneje sus propias conclusiones, finales abiertos en los que se fomente el debate y en los que cada receptor pueda construir su propia experiencia personal.
Enfrentarse al papel en blanco
Es muy común cuando vamos a construir un discurso definir la parte central, sin embargo no siempre tenemos claro cómo construir las partes que van a introducir y concluir nuestra argumentación. Una conclusión pobre va a hacer que nuestro mensaje pierda fuerza, una introducción que no sea capaz de llegar al emisor va a lastrar el resto del discurso, de ahí la importancia de conocer cómo comenzar un discurso y finalizarlo.
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