Cuando llevamos a cabo un proceso comunicativo como parte emisora nos centramos en la argumentación verbal, el proceso por el cual transmitimos de manera oral nuestros argumentos.
Sin embargo cuando pasamos a ser la parte receptora del discurso percibimos de los demás mucho más que sus argumentos, constantemente nos llega un flujo de información que somos capaces de interpretar, y que no se centra únicamente en lo que escuchamos, sino que lo que vemos también participa de nuestras conclusiones, a esto es a lo que llamamos comunicación no verbal. Esta información que nos llega de manera principalmente visual es aquello a lo que nos referimos cuando nos planteamos qué es comunicación no verbal, a continuación repasamos sus características.
El lenguaje no verbal puede jugar a favor de nuestro discurso, pero también puede delatar actitudes negativas. Debemos ver el lenguaje no verbal como un reflejo de nuestra situación, es decir, como una demostración física de aquello que no reflejamos por medio de nuestras palabras. Si dominamos la situación, la expresión no verbal será el apoyo perfecto para nuestra argumentación, por el contrario si no nos sentimos cómodos, nuestra conducta no verbal actuará como reflejo de una tensión latente incidiendo en el resultado de nuestro discurso, por eso es importante trabajar directamente sobre el lenguaje no verbal, pero también debemos incidir en otros hechos comunicativos que van a reflejarse en nuestras acciones no verbales de manera directa.
Qué es el lenguaje no verbal
La comunicación no verbal se refiere a la información que emitimos sin que lo hagamos de forma oral. Son muchos los factores que actúan sobre la información que emitimos corporalmente, los principales son los siguientes:
- Posición corporal
- Movimientos y gestos
- Dirección de la mirada
- Proxémica o distancia
- Paralenguaje o tono de voz
Controlar y definir estos factores comunicativos referidos al comportamiento no verbal es posible, pero para conseguirlo debemos estar seguros de nuestras capacidades verbales y conocer su significado.
La práctica del lenguaje no verbal
Debemos tener en cuenta que no existe un modelo de lenguaje no verbal válido para todo tipo de situaciones. Nos vamos a encontrar en diferentes situaciones que nos van a demandar una serie de capacidades comunicativas corporales diferentes, por ejemplo la posición de nuestro cuerpo difiere si nos encontramos delante de 30 alumnos en una clase de una hora, o si vamos a defender una tesis frente a un tribunal.
Lo importante es que el movimiento acompañe a nuestra comunicación. Los gestos deben ser parte de nuestro discurso, así como la posición de nuestro cuerpo, la dirección que toma nuestra mirada o cualquier información que emiten nuestros movimientos corporales.
Comportamientos prácticos, cómo mejorar la comunicación no verbal
Como decimos, cada situación requiere una comunicación corporal diferente, sin embargo existen algunos consejos que podemos aplicar en la mayoría de los casos.
- La cara es el reflejo de lo que sentimos. Una expresión tensa puede reflejar inseguridad y por lo tanto, la comunicación verbal pierde credibilidad. El contacto visual y una sonrisa relajada son la mejor manera de sentirnos cómodos y emitir seguridad.
- La postura corporal debe ser activa sin ser tensa. No te apoyes en elementos externos, es mejor mantenerse lejos de cualquier superficie en la que pudiéramos apoyarnos y mantener una actitud activa, sin que la posición corporal se perciba como tensa.
- Modula el tono de voz. La voz sirve para introducir y subrayar partes del discurso. Un tono mantenido durante muchos minutos hace que el argumento pierda intensidad, por lo que es recomendable variar la intensidad de la voz, evidentemente sin caer en exageraciones.
- Las manos son también un buen indicador de nuestras capacidades no verbales. Un consejo clásico es el de sostener un objeto, aunque esto puede resultar contraproducente debido a que puede distraer a los oyentes, el objeto puede temblar, etc., sin embargo en algunos casos se recomienda, ya que puede servir como un objeto sobre el que apoyar nuestros movimientos, que además mantiene ocupadas nuestras manos. En este caso cada persona debe decidir en relación a sus capacidades.
¿Es posible mejorar la comunicación no verbal?
No solo es posible, sino que además es muy útil. Comunicar con nuestros gestos nos ayuda a reforzar nuestros argumentos, a no delatarnos con movimientos que contradigan nuestro discurso y además, nos ayudan a superar el miedo escénico.
Si necesitas potenciar este tipo de habilidades en Solving Ad Hoc te proponemos un curso de oratoria, “Las 3E para brillar hablando en público“, en el que repasamos el proceso comunicativo público, así como las principales claves de la comunicación no verbal y técnicas para mejorar y profundizar tus habilidades comunicativas de manera integral y no verbales en particular.
En Solving Ad Hoc te ofrecemos una experiencia a medida de tus necesidades reales de cambio y adaptación, con la Agilidad como compañera de viaje en tu Transformación Digital:
- Consulta nuestro catálogo de cursos y te ayudamos a diseñar tu propia formación.
- Consulta nuestros próximos eventos y si alguno se adapta a tus necesidades actuales no dudes en reservar tu plaza.
- Para cualquier otra información o servicio ponte en contacto con nosotros y te responderemos a la mayor brevedad posible.