El método Just In Time (JIT) nació en un sector productivo muy concreto, la fabricación de automóviles. Pero como tantas otras buenas prácticas, se ha extrapolado a todo tipo de empresas con mucho éxito. JIT es una de las consecuencias del pensamiento Lean y sus principios forman parte de la mayoría de los métodos Ágiles.
En realidad, el método Just In Time se puede implementar de muchas formas, aunque sin duda, la más conocida es Kanban. Esta semana analizamos el concepto JIT, su aplicación práctica en el entorno de la empresa y repasamos algunas claves de la organización con el tablero Kanban.
Qué es el método Just In Time y cómo se origina
Just In Time podría traducirse al castellano como “justo a tiempo”, esta frase resume perfectamente la filosofía de esta forma de trabajar.
El método JIT se basa en la optimización de recursos, y lo consigue solicitando exclusivamente las materias primas que han sido demandadas por los clientes. Los sobrecostes por almacenaje, recursos no utilizados y productos que no llegan a salir al mercado se reducen. Además el proceso de producción es absolutamente eficiente.
Taiichi Ohno fue la persona que ideó este sistema productivo. El ingeniero japonés pasó gran parte de su vida optimizando el proceso de fabricación en cadena de las fábricas japonesas de Toyota. Su principal idea consistió en aportar un punto de vista inverso al tradicional. En lugar de ver el proceso productivo desde el principio, partió desde el final. Es decir, desde que el cliente reclama el producto. Es entonces cuando la maquinaria JIT se pone en marcha.
El método Just In Time se desarrolló durante 15 años en Toyota a lo largo de la década de los 70, aunque poco después de su implantación, ya eran muchas las industrias japonesas que habían adoptado esta forma de trabajo.
Cuáles son los principios del JIT
Como decíamos, la filosofía del trabajo “justo a tiempo” ofrece unas líneas generales, a partir de las cuales se desarrollan varias teorías y métodos válidos. Son 7 las ideas desde las que partimos para implantar un método Just In Time en un entorno productivo:
- Los recursos deben ser flexibles, adaptándose en cantidad y características a la demanda.
- La organización interna es celular, es decir, se basa en pequeños grupos autosuficientes.
- Se establece un sistema “pull” en el que cada fase empuja y pone en marcha la siguiente.
- La producción se realiza en pequeños lotes.
- Los tiempos de fabricación deben ser reducidos para ofrecer respuestas inmediatas.
- Relación continua y eficaz con los proveedores, que deben ser capaces de atender peticiones de inmediato.
- Cero errores, ningún producto terminado puede tener defectos de ningún tipo.
Estos principios, que forman parte del pensamiento Lean, fueron adoptados por el movimiento Agile y adaptados al Desarrollo de Software. El resultado, el Manifiesto Ágil. Sus principios están impregnados de los mismos derivados del pensamiento Lean.
Los inconvenientes del sistema JIT
Normalmente hablamos de las ventajas de implantar sistemas Ágiles en empresas, muchos de ellos basados en los principios JIT. Sin embargo, el sistema de producción “justo a tiempo” es muy exigente para las empresas que lo adoptan. Por eso, es necesario revisar las consecuencias negativas que puede tener en una empresa, si su gestión de “inventarios y stock” no se hace correctamente atendiendo al pensamiento Lean necesario al ejecutar un proceso Just In Time.
- Se pueden generar rupturas de stock por una planificación inadecuada.
- Una línea productiva con fallos puede provocar retrasos en entregas.
- Reduce la posibilidad de abaratar precios por compra de productos en stock a los que no hemos dado salida.
- Si los proveedores no están comprometidos, nuestro trabajo no será suficiente.
Estos problemas pueden aparecer en cualquier momento con los métodos de trabajo JIT.
Cómo trabaja el método Kanban respecto a los fundamentos JIT
Kanban se basa en los principios del Just In Time. En este caso trabajamos con un tablero que, de forma visual, nos marca el punto del proceso en el que estamos. Qué producir, cuándo producir y cuánto producir, estas son las tres preguntas que nos planteamos en cada momento cuando manejamos un tablero Kanban.
Utilizando Kanban prima la inmediatez, además nos presta una herramienta muy útil para que, en todo momento, podamos comprobar el estado del proceso, independientemente del tipo de proyecto que afrontemos.
*Imagen: Pixabay.
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